Tres grupos corales ofrecen un concierto "redondo" en Monzón
Las tres formaciones actuaron juntas en la iglesia de San Juan. F.J.P.
La Coral Vía Lata de Gurrea de Gállego, la Coral Clamor de Soses (Lérida) y la Coral Montisonense firmaron el pasado sábado un concierto "redondo" y de muchos quilates en la iglesia de San Juan de la capital ribereña. La XI Velada Coral "Castillo de Monzón" no se celebró en el refectorio de la fortaleza templaria por razones ajenas a la organización, y el citado templo demostró que puede hacer de "suplente" con las mejores garantías. Aunque no hubo "llenazo" de público, la tarde resultó un éxito. Sobre todo, artístico.
Vía Lata, fundada en 2008 dirigida por la zaragozana Consuelo Pueyo, profesora de piano y teoría musical de acompañamiento, empezó "suave" y acabó incendiando el escenario con el "Canto a la libertad" de José Antonio Labordeta y dos jotas del maestro Caballero ("Coro de los repatriados" y "Luchando tercos y rudos"). La ejecución fue espléndida bajo la batuta de una directora "eléctrica y entregada" que vive cada compás.
Clamor de Soses, con un historial de 40 años, no fue a la zaga. Yolanza Dolcet, soprano, preparó un repertorio variopinto que encandiló al público. "Vanitas vanitatum" ensalzó la música sacra, "Eres tú" trasladó a la audiencia al festival de Eurovisión, "Molt lluny d"aquí" trajo los sonidos de la sardana, "El hombre del piano" (Billy Joel) emocionó, y la habanera de la ópera "Carmen" (Bicet) puso el mejor colofón a una actuación "divertida" y espectacular.
La Coral Montisonense, heredera de la Coral de Airon Club de los años sesenta y setenta del pasado siglo, nació oficialmente en 1985, y en la actualidad la mima y dirige Paloma Manau, titulada superior en piano y lenguaje musical.
Los de casa presentaron una selección elegante y sobria ("La Lola", de Andreo, "Juramento", de Matamoros, "Paloma mensajera", de Ruiz Gasch…), y como la interpretación llevó vitola de "impecable" por la claridad de las voces, rayaron a la misma altura que sus predecesores.
El broche consistió en el canto del tema "Dio del chelo" por las tres formaciones ensambladas en el altar. Pueyo y Dolcet le dejaron la batuta a Manau. Perfecto hermanamiento a tres bandas. El castillo se lo perdió y la iglesia de San Juan lo disfrutó.
Las tres formaciones actuaron juntas en la iglesia de San Juan. F.J.P.
La Coral Vía Lata de Gurrea de Gállego, la Coral Clamor de Soses (Lérida) y la Coral Montisonense firmaron el pasado sábado un concierto "redondo" y de muchos quilates en la iglesia de San Juan de la capital ribereña. La XI Velada Coral "Castillo de Monzón" no se celebró en el refectorio de la fortaleza templaria por razones ajenas a la organización, y el citado templo demostró que puede hacer de "suplente" con las mejores garantías. Aunque no hubo "llenazo" de público, la tarde resultó un éxito. Sobre todo, artístico.
Vía Lata, fundada en 2008 dirigida por la zaragozana Consuelo Pueyo, profesora de piano y teoría musical de acompañamiento, empezó "suave" y acabó incendiando el escenario con el "Canto a la libertad" de José Antonio Labordeta y dos jotas del maestro Caballero ("Coro de los repatriados" y "Luchando tercos y rudos"). La ejecución fue espléndida bajo la batuta de una directora "eléctrica y entregada" que vive cada compás.
Clamor de Soses, con un historial de 40 años, no fue a la zaga. Yolanza Dolcet, soprano, preparó un repertorio variopinto que encandiló al público. "Vanitas vanitatum" ensalzó la música sacra, "Eres tú" trasladó a la audiencia al festival de Eurovisión, "Molt lluny d"aquí" trajo los sonidos de la sardana, "El hombre del piano" (Billy Joel) emocionó, y la habanera de la ópera "Carmen" (Bicet) puso el mejor colofón a una actuación "divertida" y espectacular.
La Coral Montisonense, heredera de la Coral de Airon Club de los años sesenta y setenta del pasado siglo, nació oficialmente en 1985, y en la actualidad la mima y dirige Paloma Manau, titulada superior en piano y lenguaje musical.
Los de casa presentaron una selección elegante y sobria ("La Lola", de Andreo, "Juramento", de Matamoros, "Paloma mensajera", de Ruiz Gasch…), y como la interpretación llevó vitola de "impecable" por la claridad de las voces, rayaron a la misma altura que sus predecesores.
El broche consistió en el canto del tema "Dio del chelo" por las tres formaciones ensambladas en el altar. Pueyo y Dolcet le dejaron la batuta a Manau. Perfecto hermanamiento a tres bandas. El castillo se lo perdió y la iglesia de San Juan lo disfrutó.